Un niño de ocho años aprobó el examen de ingreso a una facultad de Derecho en Brasil, aunque el ministro de Educación ya determinó la apertura de una investigación sobre el nivel de exigencias de ese centro de estudios.
El joven Joao Victor Portelinha de Oliveira, de la ciudad de Goiania, vecina a Brasilia, cursó el examen el viernes de la semana pasada: un test de opciones múltiples y una prueba de redacción, y resultó aprobado. Inmediatamente, sus padres pagaron la matrícula para que el niño comience sus estudios.
La Universidade Paulista (UNIP) reconoció que Joao Victor pasó el examen, pero decidió que no aceptará su ingreso porque no cumple el requisito de haber cursado la escuela secundaria, según informó el director de la casa de estudios a la AFP.
En tanto, el ministro de Educación, Paulo Haddad, expresó el jueves en un contacto con la prensa su "preocupación" ante el episodio. "Vamos a solicitar el material del examen y verificar si los criterios son compatibles con la excelencia de la enseñanza", dijo Haddad, cuyo ministerio emprendió el año pasado una fuerte campaña de presión sobre facultades de Derecho con niveles insatisfactorios.
En 2007, el ministerio brasileño de Educación cerró 6.000 plazas en centros de estudio de Derecho considerados de bajo nivel, prácticamente todas ellas en universidades privadas.
Por su parte, el colegio de los abogados denunció que un niño tan joven pudiera pasar el examen. En una nota pública, la Orden de Abogados de Brasil (OAB) pidió más control del ministerio de Educación a instituciones privadas que permitirían acceso de estudiantes sin preparación adecuada.
"Quiero estudiar Derecho en la universidad. Está decidido", había dicho el pequeño, entrevistado por el diario Correio Braziliense. El padre afirmó que si su hijo insiste, apelará a la justicia para garantizarle el ingreso. La madre afirma que su pequeño no es superdotado, pero que vive en un ambiente de estimulación en casa. "Joao Victor es un niño normal, solo que está estimulado, participa de nuestras discusiones, se interesa por asuntos de actualidad y convive mucho con adultos", dijo a la prensa.
La gallina que pone los huevos verdes
Se llama Rabanita, y no es una gallina cualquiera. Tampoco es la gallina de los huevos de oro, aunque por la popularidad que ha adquirido tanto ella como sus dueños... poco le falta.
Porque esta gallina mexicana pone huevos... verdes. Si, si, verdes, como puedes ver en la foto superior, donde aparece el sorprendente animal junto a sus huevos, al lado de otros marrones y blancos...
La dueña de Rabanita al principió pensó que los huevos estaban podridos. Pero según expertos, el ave es normal y los huevos tienen el sabor habitual. De esta forma, la gallina se ha convertido en una celebridad en todo México y en medio mundo.
El ave vive en la comunidad de Santa María Huecatitla, en el municipio de Cuautitlán, al norte de la capital mexicana, y pertenece a Elvira Romero, una mujer que la recibió en un programa de apoyo municipal en el que se regalaban gallinas ponedoras.
Según Ortiz, el aves es normal, en nada parece ser exótico y los huevos tienen el sabor habitual. Su dueña explicó a la prensa que hace semanas cuando la vio poner un huevo verde pensó que estaba podrido, pero poco después cayó en la cuenta de que eran normales y servían para guisar como los demás.
En el ayuntamiento, que curiosamente usa como color institucional el verde, sueñan con que la singular Rabanita, que genera ya bastante curiosidad, se convierta eventualmente en un atractivo turístico para la zona.
"Aparte de San Juan Diego -el indígena al que se le apareció la Virgen de Guadalupe y que tiene una capilla en Cuautitlán-, que tengamos otro reclamo", concluyó el secretario municipal.
Porque esta gallina mexicana pone huevos... verdes. Si, si, verdes, como puedes ver en la foto superior, donde aparece el sorprendente animal junto a sus huevos, al lado de otros marrones y blancos...
La dueña de Rabanita al principió pensó que los huevos estaban podridos. Pero según expertos, el ave es normal y los huevos tienen el sabor habitual. De esta forma, la gallina se ha convertido en una celebridad en todo México y en medio mundo.
El ave vive en la comunidad de Santa María Huecatitla, en el municipio de Cuautitlán, al norte de la capital mexicana, y pertenece a Elvira Romero, una mujer que la recibió en un programa de apoyo municipal en el que se regalaban gallinas ponedoras.
Según Ortiz, el aves es normal, en nada parece ser exótico y los huevos tienen el sabor habitual. Su dueña explicó a la prensa que hace semanas cuando la vio poner un huevo verde pensó que estaba podrido, pero poco después cayó en la cuenta de que eran normales y servían para guisar como los demás.
En el ayuntamiento, que curiosamente usa como color institucional el verde, sueñan con que la singular Rabanita, que genera ya bastante curiosidad, se convierta eventualmente en un atractivo turístico para la zona.
"Aparte de San Juan Diego -el indígena al que se le apareció la Virgen de Guadalupe y que tiene una capilla en Cuautitlán-, que tengamos otro reclamo", concluyó el secretario municipal.
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